Tener un blog es como andar en bicicleta.
Tal vez no te subes hace meses, o años.
Pero vuelves con la misma emoción de la primera vez que anduviste sin ayuda.

Han pasado 3 años desde que por este mismo blog nos encontramos y decidimos avanzar juntos.
En ese momento tenía miedo de lo que podría pasar si cruzaba la barrera que divide lo virtual de lo real.
Ahora veo que son parte de una misma cosa.
Y hoy, después de 3 años, vuelvo a tener algo de miedo al enfrentarme a otro hito, que desde este lado parece marcar muchas cosas, pero que en 3 años más probablemente vea de la misma forma que el primero. Cuesta mirar las cosas con perspectiva, cuando estás tan encima de ellas.
Lo bueno es que eso, igual que la inexperiencia, es una enfermedad que se cura con el tiempo.

Dejo esto como registro, que reviso un par de veces al año, de como eran las cosas, de como son ahora para mi, porque cuando leo lo que ocurría hace dos o tres años, me sorprendo pero a la vez me reconozco y sé que vale la pena perseverar, con más kilos y canas, por lo que uno cree.

Felices 3 años querida mia.